Como todas las ideas locas, la idea salió a la luz en un momento en el que se tiene demasiado tiempo para pensar, como fue la época de confinamiento territorial que sufrimos en España en el año 2020, lo que nos impidió pasar de Toledo a Madrid y ver, cómo es habitual todos los año en nuestro caso, Cortilandia.
Es debido a esto por lo que se nos ocurre la idea de amenizar las navidades de nuestros hijos y vecinos haciendo algo en lo que no teníamos experiencia profesional ya que no nos dedicamos a ello pero en lo que íbamos a dedicar toda nuestra ilusión.
Se suceden un montón de ideas y conseguimos hacer un humilde pero simpático espectáculo con ayuda de un controlador de luces casero fabricado para este propósito, luces navideñas, adornos caseros para la fachada y un equipo de música. Sin olvidarnos de lo más importante: El tiempo y las ganas para que fuera algo que recordásemos.
Inicialmente tampoco teníamos claro que fuera a convertirse en tradición navideña, pero cuando se acerca la fecha de la Navidad, las ganas de montarlo vuelven aunque nos suponga nuevamente tiempo de montaje y darle vueltas a algo que consiga que el espectáculo sea diferente al del año pasado.
Sin duda, quienes más lo disfrutan son nuestros hijos así que espero que los vuestros, y vosotros mismos, disfrutéis de este ratito de magia navideña que os intentamos transmitir.